Los orígenes de la Casa Amatller se remontan a finales del siglo XIX cuando el magnate del chocolate Antoni Amatller encargó la remodelación de un edificio de 1875 a Josep Puig i Cadafalch, que colaboró con otros artistas modernistas como los escultores Eusebi Arnau y Alfons Juyol.

La casa original fue construida en 1875 por el maestro constructor Antoni Robert y era conocida como Casa Martorell, un edificio de estilo neoclásico de tres pisos, típico del Plan Cerdà. Antoni Amatller compró el edificio en 1898 y encargó a Puig i Cadafalch su remodelación.

Puig i Cadafalch reformó la fachada, la planta noble, el vestíbulo, los espacios comunes (la escalera del vecinos y el patio interior) y el estudio fotográfico ubicado en el triángulo formado por el techo a dos aguas.
Contra el Plan Cerdà
El proyecto de Puig i Cadafalch romperá las restricciones obligatorias del plan urbano del Eixample de Ildefons Cerdà con su propuesta, no solo porque el edificio supera la altura permitida por el Ayuntamiento de Barcelona, sino por el uso de materiales que dan color a la fachada: cerámica, hierro, esgrafiados, vitrales, etc. Puig i Cadafalch fue uno de los críticos más acérrimos del plan urbano de Cerdà.


El edificio está inspirado en las casas holandesas del siglo XVII, con una fachada típicamente flamenca cubierta de cerámica y con su parte superior en forma triangular. La parte inferior de la fachada y la entrada están decoradas con esculturas de Eusebi Arnau y con motivos tradicionales catalanes como Sant Jordi martando al dragón, y elementos decorativos en honor del propietario, incluidos sus apellidos y las referencias obligadas a sus negocios. Dentro de la casa, en el majestuoso foyer destaca el gran tragaluz de Espinagosa que permite la entrada de luz natural, así como la escalera principal realizada en mármol y que da acceso al piso noble.
En medio de arquitectura modernista del Eixample, la Casa Amatller se destaca como uno de sus edificios más espectaculares.
Además de ser un empresario del chocolate, Amatller también era un entusiasta de la fotografía, y su hija convirtió la casa familiar en un centro de arte, el Institut Amatller d’Art Hispànic. Una selección de la vasta colección de su padre está en exposición en la planta baja.